Hay que reconocer que la estética oriental, con sus actrices y actores tan parecidos entre ellos y con miradas tan difíciles de descifrar... ya generan la necesaria cuota de tensión, de terror y de suspenso que toda película debe tener desde el minuto uno, para asegurar que nos quedaremos pegados en la pantalla.
En este caso, The Silenced (2015) tiene las dosis justas de todos esos elementos que nos enternecen con personajes juveniles e inocentes, que hacen abrir los ojos en ciertas escenas... y que aceleran el corazón en otras (sobre todo hacia el final, donde da un giro más hacia la ciencia ficción y la acción).
Desde el comienzo existe una tensión latente, que está dada por el escenario en el que se desarrollan los hechos: una escuela de señoritas perdida en medio de los campos de Seúl (Corea del Sur), en los albores de la Segunda Guerra Mundial. Todo sucede, cómo no, en una gran mansión de habitaciones oscuras, entre camas clínicas y alumnas uniformadas.
La historia es interesante. Está bien contada y fluye muy rápida. Los hechos son fáciles de asimilar, porque son presentados directamente. Las interpretaciones son muy buenas, sobre todo la de la alumna principal y la de la directora. La trama no es ambiciosa, y es fácil identificarse con alguno de los bandos cuando los misterios comienzan a revelarse.
Porque ¡claro que hay misterios! Hay secretos imposibles de mencionar; hay pasión, hay locura y hay muerte. Hay historias pasadas y presentes que muchos no quieren revelar. Hay personajes que han estado actuando desde el primer momento, y hay otros que se revelan al final. Y nos sorprenden. Todo muy interesante.
Pero en la película no todo es suspenso. También hay mucha acción y ciencia ficción en su dosis justa para que no parezca una película de Hollywood de esas donde siempre hay buenos y malos que vuelan por los aires y se hacen trizas con armas de última tecnología. Acá no: hay efectos especiales y más de alguna escena un poco inverosímil, pero en el contexto cabe justa y hasta se agradece.
También hay valores trascendentes. El principal de ellos es el amor fraterno, expresado en una de sus formas más simple: la amistad. En algunas escenas resulta, incluso, emocionante el relato de cómo se van forjando las relaciones entre dos personas que no se conocían pero que tenían muchas cosas en común; que tenían un alma parecida.
Junto con esto también hay componentes que sazonan la trama: guerra, enfermedades, locura, histeria, ambición, locura. Locura y más locura. Porque, al final, nos daremos cuenta de que no existen ni buenos ni malos en toda esta historia, sino sólo gente con grados de locura llevados a los extremos.
En resumen, es una película entretenida, bien contada, con buenas actuaciones. Tiene escenarios cotidianos, pero bellos. Hay una fotografía muy bien cuidada y, a pesar de lo que podría pensarse, no es una película oscura. Irradia bastante luz, a pesar de que todos los momentos de tensión que nos ofrece. A fin de cuentas, de cine de suspenso y de belleza estética... los orientales saben.
⭐️⭐️⭐️⭐️ (Excelente)
- Dirección: Lee Hae-young
- Protagonistas: Park Bo-young, Uhm Ji-won, Park So-dam.
- A quién le gustará: a los amantes de la estética oriental, a amantes del género de suspenso, a quienes se sensibilizan por historias con niños y jóvenes, a quienes gustan de historias de conspiraciones, guerra y experimentación genética (#AlertaDeSpoiler).
- A quién NO le gustará: a quienes no quieren saber nada con historias en conventos, escuelas, internados, etc. A quienes esperan muchas explosiones y balas, a quienes odian todo lo oriental, a quienes son especialmente sensibles con las historias de maltrato hacia jóvenes.
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